El artículo anterior iniciaba una saga con un fin didáctico para no iniciados en la materia. En él, tratamos de aportar una definición personal de qué es un ERP (Enterprise Resource Planning), intentando precisar algo más a las referencias tradicionales.
- ¿Qué es un ERP?
- ¿Qué no es un ERP?
- Diferentes tipos de ERP
- ERP libre o propietario
- Principales ERP en el mercado
Es ocasiones, las definiciones, debido a la ambigüedad de los términos, pueden generar confusión, así que una forma de comprender la esencia de un término, es también conocer su contrario.
¿Qué NO es un ERP?
Un ERP NO es:
- Un programa de gestión comercial. Estas aplicaciones suelen ser aplicaciones muy reducidas en el ámbito de la gestión empresarial, limitándose a permitir gestionar los pedidos, las entregas, la facturación y poco más. La gestión comercial constituye uno de los pilares básicos de un ERP, pues a partir de ésta, se relacionan otros como el módulo de fabricación, almacén, financiero y contable, etc. Sin embargo, sin estas capacidades adicionales no es más que un software de gestión comercial.
- Un software contable. El módulo contable es parte imprescindible de un ERP como cabría esperar, pero no más ni menos importante que otros módulos. Aplicaciones de contabilidad con múltiples posibilidades y parametrización, no constituyen en sí mismas un ERP. Un ERP debe cubrir la mayor parte de las áreas de la organización de una empresa (si es posible todas), donde toda la información debe encontrarse integrada y relacionada, sin embargo, el módulo financiero-contable en ocasiones, podemos encontrarlo como soluciones ajenas al propio ERP.
- Un software a medida. Una aplicación hecha a medida para una organización puede terminar convirtiéndose en un ERP, sin embargo, esto es bastante improbable desde el punto de vista de costes. Un ERP se construye teniendo en cuenta la distinta variabilidad de los clientes, requiriendo unos desarrollos y parametrizaciones que permitan ajustarse a los distintos clientes objetivo. Cuando el software se desarrolla a medida para un cliente concreto, difícilmente se tiene en cuenta toda esa variabilidad futura, tanto por la urgencia que suele demandar el cliente, como por el coste tan significativo que representaría. El software queda ajustado como un traje al cliente en su primera versión, pero incapaz de evolucionar al ritmo de otras soluciones y creando una fuerte dependencia no solo de la empresa desarrolladora sino también de los recursos humanos asignados.
Los tres casos anteriormente mencionados son soluciones perfectamente posibles en un gran número de empresas, que además, no tienen la necesidad (o cultura) de embarcarse en un proyecto de largo recorrido como es la implantación de un ERP. En términos generales, las organizaciones que mejor se adaptan a estas aplicaciones son:
- Gestión comercial. Organizaciones de servicios que no gestionan compras, producción, almacén, etc.
- Un software contable. Existe muchas aplicaciones contables de ámbito general en el mercado por un precio muy reducido para pequeñas organizaciones que no disponen ni siquiera un perfil de contable en nómina y trasladan las tareas de presentación de libros oficiales a sus asesores.
- Un software a medida. Este caso es distinto a los anteriores, pues si bien los primeros están reservados a pequeñas organizaciones, el software a medida suele también aplicar a grandes organizaciones con requerimientos muy específicos y que no son cubiertos por los ERP existentes en el mercado debido a cuestiones de monopolio, estratégicos, seguridad, etc.
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Ha llegado el momento de contrastar sendas soluciones de software, comprobar sus diferencias y ver hasta que punto pueden ser compatibles. Mientras que el CRM centraliza, simplifica y optimiza los procesos de venta, el ERP trata de gestionar los diversos procesos de la empresa para mejorar la productividad.