Comenzamos una saga de artículos tributo a ‘El arte de la guerra’, de Sun Tzu, aunque en esta ocasión con una importante adaptación al arte de correr. Pido disculpas de antemano por esta libre adaptación.
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Capítulo 1.- Sobre la evaluación (Aproximación)
Correr es de vital importancia para el individuo. Es el camino hacia la constancia, la disciplina, la planificación y la superación personal. Es el dominio de la psicología, la soledad y la estrategia. El individuo no puede ser indiferente a estas cuestiones. Ser indiferente a ellas es el primer paso para el fracaso en la competición.
Correr hay que valorarlo en términos de:
Disciplina
Entendido como el hábito del entrenamiento, la constancia y la tenacidad en el desempeño de estas tareas, así como en la continuidad del esfuerzo físico y mental en cualesquiera de las circunstancias, propicias o no. La paciencia y el planteamiento de objetivos realistas y adecuados a cada situación son términos también de autodisciplina:
No será posible ganar la guerra si no se gana batalla a batalla
El terreno
Dominar todos los terrenos permitirá aumentar las posibilidades de mejora, las capacidades físicas, las distintas vías metabólicas y una mayor adecuación músculo-esquelético.
Asfalto, caminos, sendas, montaña, pista, césped, etc, deben ser alternados con la finalidad de dominarlos de forma cómoda. Las distancias y los tiempos pierden su sentido absoluto y pasan a convertirse en relativos en función de los terrenos en los que nos movemos.
El tiempo
Calor o frío; sol, lluvia o nieve; húmedo o seco; … No deben ser condicionantes ni limitantes para evitar el entrenamiento.
Las distancias
Dominar las distancias es imprescindible para conocer a lo que nos enfrentamos. Aunque están condicionadas al terreno y a la velocidad, nos permiten disponer de una visión aproximada del grado de esfuerzo.
Las hay de todos tipos, desde las más cortas, 5.000 m, hasta las trails más largas, 150 kms. Las pruebas reina, sin embargo, son los 10.000 m, la media maratón (21.097 km) y la maratón (42.195 km).
Las distancias a veces no poseen un estricto carácter físico tal y como mide la ciencia. 100 m corriendo en solitario no es nada, simplemente unos segundos, 200 m tratando de cazar a otro corredor, puede convertirse en minutos de sufrimiento. Ser capaz de calcular de un golpe de vista la distancia que nos separa de otros corredores y calcular el tiempo necesario para alcanzarlos es todo un arte.
La velocidad
Conocer los ritmos de paso por kilómetro en una prueba, ver a un corredor en acción y ser capaz de saber su velocidad instantánea, son datos que deben aprenderse con el tiempo y el entrenamiento.
Conocer la velocidad media de récords del mundo debe ser una característica de un buen corredor. Nunca se sabe con quien te va a tocar entrenar o competir.
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Con conocer estos cinco factores no conseguiremos ganar ninguna guerra, ni siquiera ninguna batalla, pero nos permitirá situarnos en situación más favorable para conseguirlo. Y recuerda, que en el arte de correr
Ganar una competición no es llegar primero, es ser mejor que el día anterior.
Toda la saga…
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