Sé que hemos hablado en innumerables ocasiones sobre la gestión del cambio, pero no deja de sorprenderme la capacidad de algunas personas para oponerse a cualquier elemento nuevo que le saque de su zona de confort.
En apenas diez días he asistido a dos situaciones similares. Afortunadamente, los perfiles que voy a definir en este artículo no son lo habitual, pero sí es cierto que se encuentra en más ocasiones de lo deseable.
En la primera ocasión ha sido con el responsable contable-financiero de una empresa. Su perfil es bastante similar al que me he encontrado en otras ocasiones, donde se ha producido un apalancamiento en su trabajo, a sabiendas de que maneja información privilegiada y sensible, pero en ningún caso más importante o compleja que la de otros compañeros suyos. Sin embargo, su percepción es que su trabajo es el más sobresaliente y crítico de su empresa y con cierta arrogancia así suele transmitirlo al resto de usuarios. En muchos casos, éstos, así lo perciben, dado el desconocimiento acerca de la labor que realizan aquellos, así como la reserva que se suele tener en cuanto a la información contable y financiera.
Suele ser un perfil de mediana edad, con bastantes años en su puesto de trabajo y con capacidad para disputar incluso a su/s jefe/s sobre temas que éste desconoce o que incluso no son de su interés. Y además, suele usar argumentos relacionados con obligaciones fiscales para comprometer a sus superiores sobre sus afirmaciones.
Es evidente que su trabajo es muy importante, pero también lo es el del personal que se dedica a organizar la logística, a procesar los pedidos, a optimizar las compras, a organizar la producción, etc. ¿O es que acaso podríamos decidir, solo entre los que he nombrado, uno de ellos como el principal en cualquier organización?
El segundo perfil al que me refería que había tratado en estos días, corresponde a un usuario temeroso del nuevo sistema por su supuesta complejidad. Partiendo de un sistema legacy totalmente obsoleto y casi parecido a una máquina de escribir, el temor radica en un sistema con multitud de opciones totalmente innecesarias según su punto de vista. Por supuesto todas esas cosas que no necesita, realmente las realizan fuera del sistema mediante hojas de excel, o bien las realizan otros compañeros, lo que es desconocido por él.
Este perfil tampoco es frecuente, porque los usuarios suelen anhelar nuevas prestaciones en el sistema y evitar toda la gestión que realiza fuera de éste, pero también me lo he encontrado en múltiples ocasiones. Algunas de ellas, sobre todo, cuando el usuario es en parte quien diseñó el software con su informático, aunque éste no era el caso.
En cualquier caso, entiendo que el rechazo al cambio es innato al ser humano y que éste, en ocasiones, puede estar justificado por múltiples motivos, pero no cuando no se ha visto las nuevas herramientas o cuando no se ha llegado a trabajar con ellas.
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