Es evidente que la situación económica actual no ayuda mucho a las empresas a plantearse la realización de inversiones, y mucho menos cuando las entidades financieras son tan reticentes a apoyar éstas.
Sin embargo, la inversión en época de crisis, sobretodo en tecnología, no puede descuidarse ni en momentos de depresión económica (no sé si me está permitida esta expresión). Analicemos porqué:
- La maquinaria productiva requiere de revisiones continuas, cambio de piezas al final de su ciclo de vida, mantenimiento, etc.
- Ordenadores, impresoras, sistemas operativos, firewalls, antivirus, etc, les ocurre otro tanto, así como actualizaciones y revisiones periódicas.
- El software, ERP, CRM, BI, etc, requerirá asimismo, de actualizaciones de versión, con el fin de corregir bugs, aportar nuevas funcionalidades y estar al tanto de los últimos cambios legales.
La situación real de gran parte de las empresas es que están dejando de realizar, para evitar incurrir en «gastos», no solamente el mantenimiento preventivo de todo ello, sino también el correctivo, por lo que nos encontramos con un parque tecnológico cada vez más obsoleto y con menos posibilidades de actualización. La situación se irá agravando paulatinamente, pues debido a la falta de este mantenimiento, nos vamos a encontrar con recursos que serán imposible su actualización y reciclado, teniendo entonces que realizarse la inversión en material nuevo, que lógicamente, excederán con creces a los servicios de mantenimiento no realizados.
Aunque esto es fácilmente entendible cuando hablamos de los puntos 1) y 2), el caso más grave, a mi forma de entender, es el 3). Y de nuevo me trato de explicar:
No hay dinero para actualizar y mejorar las herramientas informáticas, además, el personal cualificado que lo atendía en las empresas quizá ya no esté, debido a que requiere de «altos costes», los cambios legales no se incorporan, por tanto deben gestionarse fuera del sistema con otras herramientas, el erp deja de ser el centro de todo el sistema de información, pasando a usarse herramientas de ofimática, que requieren de más tiempo y son menos efectivas, y a su vez, requieren de más tiempo del personal del que debiera ser necesario.
En definitiva, esto nos lleva a erps totalmente, o prácticamente totamente funcionales haces unos años, a pasar a tener «demasiadas carencias», y esa es la percepción de los usuarios y finalmente de los empresarios.
Todo esto nos lleva, que ante la «incompetencia» de algunos erps en determinadas empresas, se hace necesario la implantación de nuevos sistemas de información acorde a las circunstancias económicas, cuyo coste, de nuevo, vuelve a ser bastante más elevado que si en su momento se hubiesen realizado las actualizaciones requeridas.
La percepción es que estas herramientas tienen un coste elevadísimo e imposible de amortizar, por lo que cada día, la empresa está menos dispuesta a realizar esta inversión. Si bien, cuando es absolutamente necesario, se recurre a buscar soluciones mucho más económicas a través de proveedores poco especializados, de erps genéricos o de soluciones no adaptadas al negocio. Cualquiera de las tres opciones serán malas, porque no serán acordes a las especificaciones iniciales, ni lograrán realizar adecuadamente los ciclos de su modelo de negocio.
Me he encontrado empresas que comenzaron invirtiendo en grandes y costosísimos erps con empresas multinacionales y consultorías eternas, que si bien es cierto no estaban preparados para semejantes proyectos, a lo largo de los años han ido evolucionando hacia erps menos especializados e incluso genéricos.
El resultado suele ser finalmente, la desconfianza del cliente hacia cualquier acrónimo relacionado con los sistemas de información en su empresa.
Ayudemos a cambiar esto.
Si estás de acuerdo, puedes dejar un comentario. Si no lo estás, déjalo también, me será más útil.
Autor: Sergio Martínez|
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Sergio, estoy totalmente de acuerdo con esta opinión. Es cierto que un ERP debe de cumplir exactamente con las necesidades de la empresa y con cierta previsión de crecimiento, y también es cierto que no por ello debe de ser un sistema de una gran multinacional.
Desde mi humilde punto de vista un sistema ERP debe de ser Flexible, adaptable y explotable, eso sí siempre dentro de un estandar para que las empresas puedan actualizar sus sistemas de forma menos traumática.
De todas formas el gran problema que he detectado en muchas empresas, es que los responsables de realizar las inversiones en sistemas tienen una gran falta de conocimiento y por lo tanto no son capaces de evaluar los pros y los contras.
La solución siempre esta en contar con un asesor, o bien con personal formado y preparado en la propia empresa, o bien y esto último es bastante difícil, dejarse aconsejar por el proveedor histórico de la empresa.
Un saludo y enhorabuena por el Blog.