Crónica XXIV Media Maratón Pinoso 2013

Hoy, toda la familia madrugaba en casa para acudir a una carrera popular muy cercana. Concretamente marchábamos a la XXIV Media Maratón de Pinoso 2013. Durante el trayecto en coche, mi hija, de 7 años, preguntaba porqué se llamaba maratón. Bajamos el volumen de la música, Queen por cierto (no podía ser de otra forma), para tratar de darle los detalles.

Comenzamos hablando de la batalla de Maratón y del hemeródromo (mensajero que corría a pie largas distancias) ateniense Filípides hace unos 2500 años, cuando al llegar, moría por un paro cardíaco tras su ‘Hemos vencido’. Y continuamos explicando sobre la distancia que tuvo que recorrer (42.195 m), y por tanto, cual era la distancia correspondiente a una media maratón (21.097 m). Eso sí, lo han tenido que calcular ellos, así practicaban también el cálculo.

Bueno, ya sé que he resumido mucho la historia y tampoco están tan claros los acontecimientos. Ni siquiera sé porqué es tan famosa esa distancia si al parecer también fue capaz de correr casi 250 km en dos días, lo que me parece bastante más loable. Así que he emplazado a los niños a que recurran a Wikipedia y quedarse con todos los detalles. Yo me conformaré con pedirle a Papá Noel ‘De patrulla con Filípides’, de Javier Ramón González.

Hoy volvía a competir en una media maratón que le tenía especial aprecio, pues fue en el lugar que corrí mi primera media, hace por lo menos 15 años. Entonces no se hacía running, corríamos simplemente, y mucho menos estaba de moda. Esta carrera era la XXIV Media Maratón de Pinoso, una media con muy pocos participantes (la he conocido en tiempos mejores), y que me ha permitido lograr subir al podium en tercera posición en mi categoría (Veteranos C). He de reconocer que tampoco tiene mucho mérito, pues el tiempo realizado ha sido 1:36:01, y como decía, tampoco ha habido muchos participantes.

En la salida me encuentro con mi amigo y compañero Sebastián Soriano, un runner de ultratrails, y cuando digo ultratrails no me refiero a carreras de 80-90 kms precisamente, sino algunos más. Aquí podéis ver su magnífica crónica de UTMB-2013.

Le pregunto qué ritmo iba a llevar y al coincidir prácticamente con el que yo pensaba correr (4:30 min/km), decidimos salir juntos. Se da la salida y vemos que nos pasa todo el mundo como una exhalación, así que pensamos que a la Maratón de Murcia y a la de New York  no había ido nadie (coincidía en el calendario runner), y que todos los buenos estaban en Pinoso. Al rato de ver muchas espaldas caímos en que la media maratón compartía salida con un 10.000, así que el hecho de que nos pasasen no era muy preocupante. Avanzamos a buen ritmo corriendo entre 4:13 y 4:30 min/km, lo que no está nada mal para el inicio de temporada. Continuamos así durante 8-9 kms, corriendo en paralelo, a partir del cual comienzan las ráfagas de viento y alguna subida que calculo del 4-5 % y paso a ponerme por delante de él durante una buena parte del resto de carrera, aunque sin muchas ganas ni ánimos, la verdad.

Pinoso, es una pequeña población de unos 8.000 habitantes de la provincia de Alicante. Al ser una población pequeña, no da para realizar una sola vuelta al circuito, así que lo fraccionan de una forma extraña, dos vueltas cortas, una mediana y otra larga (creo, tampoco estoy muy seguro, pero esa ha sido mi percepción). Y la larga, es que es muy larga, más de 8 kms (6 por lo menos por el campo). El asfalto en este tramo se encuentra en mal estado y a veces inexistente, nada de público, mucho viento, etc.

En el km 18, estoy k.o., mi compañero me da el relevo y aunque le pido que se marche porque lo veo más entero, me dice que llegamos juntos. Los últimos kilómetros los hacemos a ritmo de casi 5 min/km, y con una recta final inhumana de por lo menos 500 metros. Finalmente llegamos juntos y abrazados en 1:36:01. Nada espectacular el tiempo pero contento a pesar de que mi objetivo era lograr un tiempo inferior a 1:33:00. Carrera finalmente dura: por el calor, el viento y por algunas subidas más largas de lo normal.

Al pasar por meta me entregan la bolsa del corredor y el ticket de llegada. El ticket lo echo inmediatamente a la bolsa y observo con atención su contenido. Hago un inciso:

A ver, a los patrocinadores y organizadores de carreras:

¡Qué manía de entregar plátanos y naranjas en la bolsa del corredor!

Ya sé que el plátano es una excelente fruta con un gran contenido en carbohidratos y potasio, pero a ver quien es el valiente que se come un plátano al finalizar una carrera. Se nota que quien prepara las bolsas no han corrido en su vida. La boca la tienes tan seca que no hay forma de masticarlo.

¿Y las naranjas? Las propiedades de éstas son innegables, pero ¿es que a nadie le da acidez una naranja después de una carrera?

Vale, reconozco que se me ha notado un poco que no soporto los plátanos, pero las naranjas me encantan, así que no es una cuestión de gustos, sino de facilidad de asimilación después de una carrera.

Después de una media hora, localizo a mi familia y lo primero que hace mi hijo es rebuscar entre la bolsa a ver si encuentra un Doraemon o algo similar. Encuentra el ticket de llegada y me dice que indica que soy tercero. Les hace más ilusión a ellos que a mi (bueno, reconozco que a mi también). Así que… ¡por fin un podium!

Autor: Sergio Martínez

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