Hace unos días se «incendiaban» las redes sociales a raíz de un nuevo artículo de un «fenómeno» del que no mencionaré su nombre en este blog. Solo diré que el título del artículo era ‘Estudiar matemáticas’, y en el que venía a decir que estudiarlas no solamente no servía para nada sino que además era de personas agrias y solitarias. El contrapunto era que estudiar letras o historia ya era otra cosa, no te hacía imbécil como estudiar ciencias.
He de reconocer que me di por aludido, pues a pesar que me considero un profano en el tema, estudié una carrera científica donde las matemáticas aparecían por doquier, llegando con mi ínfimo coeficiente intelectual a pensar que éstas eran la base para cualquier otra ciencia, tecnología o ingeniería.
Lo único que pude hacer fue seguir algunas de las réplicas de parte de mi timeline mucho más preparado: dos matemáticos (@ClaraGrima y @Gaussianos), y un físico teórico (@Cuent_Cuanticos). Las puntilla la daban este último en su artículo ‘Estudiar matemáticas no sirve para nada, te lo juro’ (por favor, no os perdáis los comentarios del artículo), así como en este otro artículo.
Sin embargo, unos días después, una amiga me envió un link de un artículo del susodicho que llevaba por título ‘Desperdiciar la vida’, el cual me causó más estupor si cabía que el anterior (por no decir otras cosas).
En el artículo se encontraban perlas como éstas:
El ciclismo, las maratones y las ultramaratones, el motociclismo, etcétera, son absurdos modos de poner nuestras vidas en peligro mucho más que comer productos grasos, grandes embutidos, fumar o beber ginebra o whisky.
A ver, amigo, ¿te has parado a pensar cuanta gente muere al año por realizar deporte (e incluyo el deporte extremo) y cuanta por fumar y beber? Te animo a que salgas a los parques, al campo, o donde te dé la gana para comprobar los miles de deportistas anónimos que tratan, no de realizar un culto al cuerpo como dices, sino de sentirse mucho mejor físicamente después de inagotables jornadas de trabajo y compromisos familiares. Y si quieres, te puedes asomar también a cualquier prueba popular donde se congregan miles de aficionados al deporte. Por lo menos no me negarás los beneficios para la salud que supone la práctica asidua del deporte.
Ya sé que vas a decir que una cosa es el deporte y otra las pruebas extremas o de ultraresistencia. Pues sí, son cosas distintas, y te daría la razón si a esas pruebas se presentase gente como tú, sin ningún tipo de preparación, y que sepas que las hay. Hay gente que no ha corrido en su vida (por poner un ejemplo de un deporte que algo conozco) y se propone correr una maratón con solo 5 semanas de preparación. Pues bien, que sepas que este perfil no es el de un deportista, sino el de un insensato. De hecho ser finisher no te hace maratoniano. Cuando llevas entrenando y corriendo toda la vida, sabes cuales son tus metas y tus objetivos, y son realistas y perfectamente realizables, no decisiones espontáneas nacidas de una noche de borrachera.
Detesto la hipocresía social de criminalizar los grandes placeres y de glorificar esperpénticos ejercicios de esta terrible vanidad que es el culto al cuerpo, tan despreciable intelectualmente, y tan estéril.
Te contesto con un tuit…
#EresCorredor SI NO CORRES PARA ADELGAZAR, SINO QUE ADELGAZAS PARA CORRER via @running_es running.es/freaky-run/te-…
— RUNNER ENFURECIDO (@runerenfurecido) 4 de abril de 2013
O sea, que de culto al cuerpo, ¡una leche!. Soy calvo, feo, peludo y con un poco de barriga (vamos, más o menos como tú), y no soy tan inocente como para pensar que por entrenar más me llevaré de calle a todas las chicas del barrio.
Y por otra parte, si tratas de cultivar el cuerpo, por ejemplo quitándote unos kilos de más, ¿es una actividad despreciable intelectualmente? ¿Sabes lo que creo que es intelectualmente despreciable? (Lo siento, soy de ciencias, así que no sé si semánticamente influye en el significado de la oración poner el adjetivo primero y el adverbio después o viceversa). Pues te lo digo, aunque sé que no te importa un pimiento: escribir siempre en plan incendiario y destructivamente eso sí es despreciable para un intelectual que se precie.
La prueba deportiva en la que participaba tiene mucho más de muerte que de vida y es un desprecio minucioso y exhaustivo de los dones de la Creación.
La vida no es un regalo, es un don.
Me parece que te falta el gorro de cardenal, obispo o similar (por mi condición de haber estudiado ciencias, ya lo he dicho, no sé como se llama), porque eso de Creación en mayúsculas … ¡Pues claro que la vida es lo más importante!, pero también al ir en coche, avión o paseando por la acera la pones en riesgo, y trabajando 12 horas al día, en una mina, en un barco de pesca de altura, en una central nuclear, sexando pollos… y ya ni te cuento como se pone en peligro el que se hincha a alcohol o se pone «fumao» para obtener la inspiración escribiendo como hacen algunos llamados escritores, que seguro no es tu caso, pero haberlos haylos.
Por cierto, me he ido a documentar a la Wikipedia y dice que eres escritor con conato de estudios en periodismo. Uno de sus apartados hace referencia a ‘Polémicas’, algo que no había visto en ninguna biografía, y cada 6-8 meses provocas alguna para permanecer en el candelero.
¿Cómo sabes que las matemáticas no sirven para nada y sí las letras y la historia? No voy a explicártelo yo, para eso ya están los profesionales anteriores que te han dado el enjuague pertinente. ¿Cómo sabes que es malo y de personas de calaña intelectual baja?
Me parece, amigo mío, que eres un buscavidas (muy lícito, por supuesto) y has encontrado el negocio perfecto: provocar con tus textos y que te paguen por ello, al más puro estilo reality show televisivo.
Lo siento por mis pocos pero fieles y agradecidos lectores porque yo también he caído en la trampa de sucumbir a tus provocaciones.
Te dejo dos perlas, éstas de verdad, de Albert Einstein, que ni fue matemático ni runner, y de un tuitero que no creo que arroje dudas de su pureza de letras:
Sólo hay 2 cosas infinitas: el universo y la estupidez humana; y del universo no estoy muy seguro. Albert Einstein
— Miguel (@ifilosofia) 27 de febrero de 2012
«No te preocupes por tus problemas con las matemáticas, los míos son todavía mayores.» Einstein
— Miguel (@ifilosofia) 27 de julio de 2010
Y para despedirme, dos videos, el primero relacionado con las matemáticas, y el segundo con el deporte:
‘Nature by numbers’ del gran Cristóbal Vila (@cristobalvila), porque a pesar que no hayas oído hablar jamás de la sucesión de Fibonacci o de la proporción aúrea, seguramente sí te interesará la belleza de las imágenes recreadas íntegramente por un ordenador (aparato lleno de ceros y unos y con matemáticas por todas partes) similar al que tú has usado para escribir tu artículo.
‘El espíritu de la Maratón’, es una película que capta la esencia de esta prueba mítica a través de 6 historias personales de distintos niveles atléticos con un afán de sacrificio y perseverancia increíble.
Espero amigo, que no haya una próxima vez, sino tus provocaciones te habrán hecho ganar de nuevo. Un cordial saludo.
Autor: Sergio Martínez
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