Hace unos días recibíamos la lamentable noticia de la muerte de dos corredores en la Maratón Vías Verdes Ojos Negros. Este hecho, dada la proliferación de carreras populares, algunas extremas, así como la imparable moda del running, viene repitiéndose más a menudo en los últimos tiempos (en España más de 120 al año en diversos deportes). Si bien se considera la primera muerte súbita, la segunda de las muertes se produjo unas horas después finalizada la prueba.
A raíz de un artículo anterior sobre una prueba tal como la Ultra Trail Yecla – Tinto en el que este año ejercía como organizador y no como corredor, un lector me preguntaba sobre la conveniencia de exigir un documento a cada corredor si había pasado una prueba de esfuerzo. La inmensa mayoría de pruebas que se celebran cada fin de semana por toda la geografía nacional, no piden ningún documento acreditativo a tal respecto, si bien sería conveniente para determinadas pruebas de cierto nivel (ultra trails, maratones, 100 kms, etc), aunque particularmente pienso que puede tener más riesgo una prueba de 5-10 kms que una trail, por la intensidad del esfuerzo.
Solicitar la acreditación de una prueba de esfuerzo en el último año (o máximo en los dos últimos), e incluso mejor, solicitar el resultado de un ecocardiograma sería lo ideal para prevenir estas muertes. El coste económico sería elevado para el corredor, pero desde luego se minimizarían los riesgos. Esto provocaría una disminución muy importante en el número de inscritos en las carreras populares y la mayoría de ellas estarían destinadas a desaparecer del calendario.
Ahora bien, desde mi punto de vista, pienso que hay una alternativa simple y que se realiza en otras pruebas, aunque con otro objetivo, limitar las plazas. Esta alternativa es la acreditación de haber completado pruebas similares.
Prueba esfuerzo sobre tapiz rodante (Imagen cortesía Real Racing Club)
Sé que alguien podrá decirme que son cosas diferentes, pero sería un filtro importante para evitar llegar a determinadas pruebas corredores con escaso nivel o con una insuficiente progresión en su carrera deportiva como para acometer estas pruebas.
Y os cuento una anécdota sobre el tema.
La prueba deportiva que mencionaba anteriormente, Tinto Trail Yecla, es una prueba minoritaria (unos 40 – 50 corredores) de 68 kms con un desnivel positivo de alrededor de 3.500m, y con un tiempo máximo de 12 horas para completar la prueba. Es una prueba de mucho nivel, pero como siempre vemos en cualquier carrera, la diferencia entre los primeros y los últimos es muy elevada.
A dos compañeros y a mi nos tocaba estar en un avituallamiento sólido importante unos kilómetros antes de completarse la mitad de carrera. En este punto, nos tocó «sacar» de carrera a 6 corredores, dos de los cuales hubo que buscar tras no haber completado su paso por el avituallamiento 3 horas después del tiempo máximo previsto para este punto. Hablando con estos corredores a posteriori nos mencionaban que efectivamente no habían medido el nivel de la prueba, y que ciertamente no estaban preparados para ella. Era la primera carrera de montaña que hacían, pero sin embargo, pensaron que podían realizar una prueba de estas características. Seguramente podrían haberla completado en 18-20 horas, pero andando todo el tiempo, o lo que es peor, realizando un esfuerzo al que no su cuerpo no estaba acostumbrado.
¿Acaso podemos pensar que estos corredores hubieran tenido algún problema para acreditar una prueba de esfuerzo, un ecocardiograma o una analítica en condiciones?
No estoy desmereciendo en absoluto las pruebas médicas, al contrario, pienso que deberían convertirse en obligatorias en un futuro, pero también pienso que este primer filtro de acreditación de pruebas similares reduciría enormemente la siniestralidad.
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Es algo que siempre he pensado, que obliguen a seguir unos pasos lógicos, porque no es normal que mucha gente haga como primera carrera una media maratón (habrá casos que si se pueda), sin haber hecho nunca un 10k. Y esto es también en parte por la aparición de una gran cantidad de carreras, que hace que se pierda la objetividad de la dificultad que representan. Se perderían al principio en volumen de participantes seguro, pero ganaríamos en seguridad y calidad de estas competiciones
Así es David, pero a ver quien le pone el cascabel al gato. Quiero decir, ¿qué organización tiene la infraestructura para hacer esos controles con el coste que conllevarían?
Sin embargo, la seguridad debería estar por encima de todo.
Saludos.